Leemos el segundo cántico del "siervo de Yahvé". El personaje sigue siendo anónimo. El profeta empieza haciendo la presentación del "siervo" y de su misión. Dios lo eligió desde el vientre de su madre, y se seinte orgulloso de él y de la misión que tendrá que realizar.
En primer lugar, Dios se ratifica en la misión que ha confiado a su "siervo": rescatar a su pueblo Israel que estaba disperso entre las naciones. Pero el Señor va más allá: lo hace "luz de las naciones". La salvación que Dios quiere realizar por medio de su siervo abarca toda la humanidad.
La misión que tiene que realizar el siervo no será fácil. El profeta anuncia la dimensión dolorosa de la misión, aunque en este segundo cántico no se detiene en describir sus sufrimientos. Tendrá que gastar sus fuerzas en el empeño, sufrir fatiga y ser incomprendido.
El contraste lus-tinieblas, que encontramos en el evangelio de Juan, hace de nuevo su aparición. Como pórtico de la pasión, Juan nos revela la actitud de dos de sus siscípulos. En primer lugar, se fija en la persona de Judas. Él ha entrado ya en este mundo tenebroso contrario a Jesús. El evangelista lo expresa con una frase muy gráfica: "Satanás entró en él", después de comer el trozo de pan que Jesús le ofreció. El discípulo "más amigo de Jesús" es el primero en enterarse.
Entramos desde este momento en lo que Juan considera el "Camino de Gloria". El primer paso es la traición de uno e los suyos: "Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre".
En este Camino de Gloria aparece otra sombra. Otro del grupo que lo acompaña, que aparece decidido a seguirlo hasta el final, unas horas más tarde negará ser su discípulo. La traición de uno, la negación de otro, la huída de los demás, forma para Juan parte del "Camino de Gloria", que ha de hacer Jesús.
En primer lugar, Dios se ratifica en la misión que ha confiado a su "siervo": rescatar a su pueblo Israel que estaba disperso entre las naciones. Pero el Señor va más allá: lo hace "luz de las naciones". La salvación que Dios quiere realizar por medio de su siervo abarca toda la humanidad.
La misión que tiene que realizar el siervo no será fácil. El profeta anuncia la dimensión dolorosa de la misión, aunque en este segundo cántico no se detiene en describir sus sufrimientos. Tendrá que gastar sus fuerzas en el empeño, sufrir fatiga y ser incomprendido.
Llegó la hora del poder de las tinieblas.
El contraste lus-tinieblas, que encontramos en el evangelio de Juan, hace de nuevo su aparición. Como pórtico de la pasión, Juan nos revela la actitud de dos de sus siscípulos. En primer lugar, se fija en la persona de Judas. Él ha entrado ya en este mundo tenebroso contrario a Jesús. El evangelista lo expresa con una frase muy gráfica: "Satanás entró en él", después de comer el trozo de pan que Jesús le ofreció. El discípulo "más amigo de Jesús" es el primero en enterarse.
Entramos desde este momento en lo que Juan considera el "Camino de Gloria". El primer paso es la traición de uno e los suyos: "Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre".
En este Camino de Gloria aparece otra sombra. Otro del grupo que lo acompaña, que aparece decidido a seguirlo hasta el final, unas horas más tarde negará ser su discípulo. La traición de uno, la negación de otro, la huída de los demás, forma para Juan parte del "Camino de Gloria", que ha de hacer Jesús.
Reflexión:
¿En algún momento de tu vida
te has comportado como Judas o como Pedro?
¿En algún momento de tu vida
te has comportado como Judas o como Pedro?
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