¡Oh Sangre y Agua que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confío!
Le dice Jesús a Santa Faustina Kowalska: "Hija mía, habla al mundo de mi misericordia. Que toda la humanidad conozca mi insondable misericordia. Es la señal para los últimos tiempos, después de ella vendrá el día de la justicia. Hasta cuando haya tiempo, que recurran a la fuente de mi misericordia, y que se beneficien de la sangre y del agua que brotó de ellos". Estos dos rayos representan tanto los sacramentos de la Iglesia, como también los dones del Espíritu Santo.
La primera Canonización del Gran Jubileo del Año 2000 fué la de Sor Faustina Kowalska, la humilde hija de Polonia y gran apóstol de la Divina Misericordia.
Su mensaje contiene tres compromisos:
1.- Conocer y proclamar la verdad sobre el amor misericordioso de Dios revelada de la manera más plena en Jesús crucificado y resucitado.
2.- Aspirar a la perfección cristiana en el camino de la confianza en Dios (Jesús en ti confío) y de la misericordia con el prójimo.
3.- Implorar la misericordia de Dios para el mundo, también a través de la práctica de las nuevas formas de culto:
La Imagen: Sor Faustina recibió del Señor la orden de pintar Su Imagen, la aparición del Salvador en esta forma era nueva y extraordinaria, los rayos de esta imagen representan la Sagrada Sangre y Agua. El rayo blanco representa el Agua que justifica el alma, y el rayo rojo, la Sangre, que le da vida. "Estos rayos protegen al alma de la Ira de Mi Padre".
Promesas:
Celebremos la Divina Misericordia
La primera Canonización del Gran Jubileo del Año 2000 fué la de Sor Faustina Kowalska, la humilde hija de Polonia y gran apóstol de la Divina Misericordia.
Su mensaje contiene tres compromisos:
1.- Conocer y proclamar la verdad sobre el amor misericordioso de Dios revelada de la manera más plena en Jesús crucificado y resucitado.
2.- Aspirar a la perfección cristiana en el camino de la confianza en Dios (Jesús en ti confío) y de la misericordia con el prójimo.
3.- Implorar la misericordia de Dios para el mundo, también a través de la práctica de las nuevas formas de culto:
Veneración de la imagen de Jesús Misericordioso.
La Imagen: Sor Faustina recibió del Señor la orden de pintar Su Imagen, la aparición del Salvador en esta forma era nueva y extraordinaria, los rayos de esta imagen representan la Sagrada Sangre y Agua. El rayo blanco representa el Agua que justifica el alma, y el rayo rojo, la Sangre, que le da vida. "Estos rayos protegen al alma de la Ira de Mi Padre".
Promesas:
- Prometo que no se perderá el alma que venere esta imagen.
- Le prometo, ya desde esta vida, la victoria sobre sus enemigos y particularmente en la hora de la muerte.
- No puedo castigar a aquél, que aun siendo gran pecador; y el peor de todos, se confía a mi bondad: lo justificaré en mi inescrutable e inmensa Misericordia.
- Cualquiera que reciba el Sacramento de Mi Amor en el día de Mi Fiesta obtendrá completo perdón de todas sus faltas y castigos.
- "La humanidad no encontrará paz hasta que se vuelva con confianza a Mi Divina Misericordia, vengo ahora como Rey de Misericordia, antes de venir como Justo Juez para que no haya ninguno que pueda excusarse, en el día del juicio, que poco a poco se va acercando".
Celebración de la Fiesta de la Divina Misericordia.
Jesús le dijo a Santa Faustina: "Debe celebrarse el Domingo siguiente al de Pascua de Resurrección. Ese día, los Sacerdotes deberán predicar a las almas mi infinita Misericordia". Ese día están abiertas todas las puertas de mi Misericordia. Deseo que esta Festividad sea un refugio para todas las almas, pero sobre todo para los pecadores".
Fiesta: "Deseo dijo el Señor Jesús que la Fiesta de la Misericordia sea un refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores (Diario, 699). Las almas mueren a pesar de Mi amarga pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de Mi Misericordia. Si no adoran mi misericordia morirán para siempre" (Diario,965).
Confesión. Las promesas extraordinarias que el Señor Jesús vinculó a la Fiesta demuestran la grandeza de la misma. "Quien se acerque ese día a la Fuente de Vida dijo Cristo recibirán el perdón total de las culpas y de las penas" (Diario, 300). "Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia; (...) que ningún alma tenga miedo de acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata" (Diario,699).
La Hora de la Misericordia.
Jesús llamó la hora de las 3 de la tarde, la hora de su muerte, La Hora de la GRAN MISERICORDIA; "a las 3:00pm ruega por Mi Misericordia, particularmente por los pecadores, y aunque sea por un breve instante, sumérgete en mi pasión, sobre todo en el momento de mi agonía. Esta es la hora de la gran misericordia para el mundo entero. En esta hora no negaré nada al alma que me ruegue por intercesión de mi pasión".
Rezo de la Coronilla a la Divina Misericordia.
Del diario de Sor Faustina.
Cuando entré por un momento en la capilla, Jesús me dijo: "Hija mía, ayúdame a salvar un pecador en agonía; reza por él la coronilla que te he enseñado". Cuando comencé a rezar la coronilla, vi aquel agonizante en medio de atroces tormentos y luchas. El ángel custodio lo defendía, pero el cual era impotente ante la miseria de aquella alma. Una multitud de demonios estaba a la espera de esa alma, pero mientras rezaba la coronilla, vi a Jesús con el aspecto en que está pintado en la imagen. Los rayos que brotaron del corazón de Jesús envolvieron al enfermo y las fuerzas de las tinieblas huyeron provocando desorden. El enfermo expiró serenamente. Cuando volví en mí comprendí la importancia que tiene esta coronilla rezada al lado de los agonizantes, ella aplaca la ira de Dios.
Coronilla o Rosario de la Divina Misericordia.
Jesús le dice como rezar la Coronilla de la Misericordia. La rezarás con un rosario común, de modo siguiente: Primero rezarás una vez el Padre Nuestro, un Ave María y el Credo. Después en las cuentas correspondientes al Padre Nuestro, cuentas grandes del rosario, dirás las siguientes palabras: "Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Señor nuestro Jesucristo, en expiación por nuestros pecados y los del mundo entero. En las cuentas pequeñas del Ave María, dirás las siguientes palabras: Por tu dolorosa Pasión, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero. Para terminar dirás tres veces: Santo Dios, Santo fuerte, Santo Inmortal, líbranos Señor de todo mal y ten Piedad y Misericordia de nosotros y del mundo entero.
Oración:
¡Oh Dios!, cuya Misericordia es infinita y cuyos tesoros de compasión no tienen límite, míranos con tu favor y aumenta tu Misericordia dentro de nosotros, para que en nuestras grandes ansiedades y necesidades no desesperemos, sino que siempre con gran confianza nos conformemos con tu Santísima Voluntad, la cual es idéntica con tu Misericordia, por nuestro Señor Jesucristo, Rey de Misericordia, quien con vos y el Espíritu Santo, manifiesta Misericordia hacia nosotros por siempre. Amén.
Acción de Gracias y peticiones particulares
a la Divina Misericordia.
Oración:
a la Divina Misericordia.
Oración:
Por la Pasión de tu Hijo, sé propicio a tu pueblo, Señor, y concédenos la misericordia que no merecen nustros pecados. por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Oración:
Padre lleno de amor, que nos concedes siempre más de lo que merecemos y deseamos, perdona misericordiosamente nuestras ofensas y otórganos aquellas gracias que no hemos sabido pedirte y que Tú sabes que necesitamos. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oración:
Postrado ante tus pies, humildemente, vengo a pedirte, ulce Jesús mío, poderte repetir constantemente: Jesús Misericordioso, en tí confío. Si la confianza es prueba de ternura, esta prueba de amor darte yo ansío, aun cuando esté sumido en amargura, Jesús Misericordioso en tí confío. En las horas más tristes de mi vida, cuando todos me dejen, ¡Oh Dios mío!, y el alma esté por penas combatida, Jesús Misericordioso, en tí confío.
La coronita está compuesta de tres decenas.
Para iniciar: Por la señal... La Salve.
En las cuentas grandes del Rosario:
María, Madre de gracia y Madre de Misericordia, defiéndenos de los enemigos y acógenos en la hora de nuestra muerte.
En las cuentas pequeñas:
María, Madre de Misericordia, obtiene para nosotros la misericordia de tu Hijo.
Oración final:
Oh Misericordiosa Madre Tú nos abres los brazos y nos extiendes tus manos llenas de toda gracia y de dones. Tu corazón desea ofrecernos todo lo que necesitamos. Exhortados por esta bondad nos dirigimos a ti. Alcánzanos oh Madre, todo aquello que necesitamos y sobre todo haz, que con tu poderosa intercesión, conservemos la pureza y la inocencia, cuidemos el amor de hijos que tenemos por ti, y en el corazón llevemos la imagen del Corazón de tu Hijo. Amén.
Imagen N.-1: Jesús de la Divina Misericordia.
Imagen N.-2: Rosario de la Divina Misericordia que me obsequió mi esposo en el 1er Aniversario de nuestro matrimonio.
Imagen N.-3: Nuestra Señora de la Misericordia. Obra del escultor: Rafael Hernández.