Hoy es día de San Juan Bautista. 24 de junio.

Imágen de San Juan Bautista que tenemos en casa.


Lo hizo profeta desde el vientre de su madre

En este segundo "canto del siervo de Yahvé", el siervo hace su autopresentación: Desde el vientre de su madre Dios lo eligió su profeta; será como "una espada afilada"; como "flecha puntiaguda". Señala cuál será su misión: Reunir a Israel que anda disperso, y llamar a conversión a los supervivientes del pueblo. El siervo será una luz que alumbrará a las naciones, a fin de que la salvación de Dios alcance a los confines del mundo.

Los autores del Nuevo Testamento identificaron al siervo de Yahvé con Jesús. Sin embargo, en el anuncio del nacimiento de Juan Bautista, Lucas reproduce rasgos propios del siervo: "Estará lleno del Espíritu Santo desde el vientre materno y convertirá muchos israelitas al Señor su Dios" (Lc 1,16). Al narrar la visita de María a Isabel, madre de Juan Bautista, el evangelista escribe: "La criatura dio saltos de gozo en su vientre" (Lc 1,44). Este hecho se ha interpretado como una especie de "consagración profética" de Juan para la misión que más tarde realizaría presentando a Jesús al pueblo.


Todos se asombraron con su nacimiento

Lucas rodea el nacimiento de Juan Bautista de una gran expectación. Empieza por el anuncio sorpresivo a Zacarías de su concepción, cuando cumplía con su turno en el templo como sacerdote. La concepción de Juan la presenta el evangelista como una bendición de Dios a favor de una mujer estéril, al estilo de personajes importantes del Antiguo Testamento. Es también fruto de una oración persistente que fue escuchada por Dios: "Isabel te dará un hijo, a quien llamarás Juan" (Lc 1,13).

El nacimiento de Juan provoca en su entorno "asombro", "alegría", y la maravilla de que Zacarías se desatara a hablar al circuncidar al niño. En el canto que Lucas pone en boca de Zacarías se anuncia su misión: Será profeta del Dios Altísimo; caminará delante del Señor preparándole el camino; anunciará la salvación a su pueblo (Lc 1,76-77). Así, preparará para el Señor un pueblo bien dispuesto. Cumplirá la misión con "el espíritu de Elias", uno de los grandes profetas de Israel.


Preparador de caminos

Lucas pone fecha al comienzo de la misión de Juan Bautista, el último de los antiguos profetas: "el año quince del reinado del emperador Tiberio". Con-cretamente, del 18 de agosto del año 28 ai 18 de agosto del 29. Los cuatro evangelistas acuden al profeta Isaías para presentarlo ai pueblo: "Una voz grita en el desierto: "Preparen el camino del Señor" (Is 40,3-5).

Juan es presentado como un profeta itinerante. "Recorría la región del Jordán predicando un bautismo de penitencia para el perdón de los pecados" (Lc 3,3). El evangelista Juan añade: "Vino como testigo, para dar testimonio de la luz". Esta luz es Jesús, que ilumina a toda persona que viene a este mundo. El Bautista realiza dos acciones de gran significación: Ante los sacerdotes y levitas venidos de Jerusalén proclama: Jesús es el Mesías: ante el pueblo señala: "Éste es el cordero de Dios que libra del pecado". Tras el momento de bautizar a Jesús añade un testimonio más: "Yo vi descender sobre él al Espíritu Santo" (Jn 1,19-34).


Profeta y mártir

Esteban, a punto de morir apedreado, lanzaba esta denuncia: "¿A qué profeta no persiguieron vuestros padres? Elios mataron a los que anunciaban de an¬temano la venida del Justo" (He 8,52). Juan Bautista corrió.la suerte de todos los grandes profetas. Herodes y Herodlas no pudieron soportar la denuncia de Juan Será Herodes, obedeciendo las intrigas de Herodlas, quien en última instancia ordenará el asesinato de Juan en ía cárcel.

Juan fue mártir por cumplir con su misión; y mártir por su coherencia. Mártir significa "testigo". El gran testimonio profetice de Juan Bautista fue su muerte. Su cabeza bañada en sangre, presentada en la bandeja ante los comensales por una muchachita, es el supremo testimonio de la autenticidad de su misión y de su identidad profética.


En resumen: Natividad de S. Juan Bautista

Las noticias más seguras sobre S. Juan Bautista las proporcionan los escritos del Nuevo Testamento. Sabemos que sus padres fueron Zacarías e Isabel, la pariente de ta Virgen María, su prima específicamente. Tanto su concepción como su nacimiento están rodeados de un halo de misterio divino. Su primera aparición pública tiene lugar en e desierto. Allí empezó su misión. Llevó una vida austera.

Como los antiguos profetas vestía una túnica de piel de camello, con cinturón de cuero; se alimentaba de saltamontes y miel silvestre (Mc 1,6). Predicaba un bautismo de penitencia, preparando el camino al Mesías. El mismo Jesús formó parte de la fila de gentes que se acercaban a él para ser bautizados. Por haber denunciado la unión ilegitima de Herodes y Herodías, este rey lo mandó decapitar en la cárcel.

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