Viernes Santo. Muerte del Señor.

En este día, así como el sábado, por una antiquísima tradición, la Iglesia omite por completo la celebración del sacrificio eucarístico. El altar debe estar desnudo por completo: sin cruz, sin candelabros y sin manteles.

Después del mediodía, alrededor de las tres de la tarde se lleva a cabo la Celebración de las 7 Palabras, posteriormente a una hora más avanzada, se celebra la Pasión del Señor, que consta de tres partes: Liturgia de la Palabra, Adoración de la Cruz y Sagrada Comunión.

En este día la Sagrada Comunión se distribuye a los fieles únicamente dentro de la celebración de la Pasión del Señor; pero a los enfermos que no pueden tomar parte de esta celebración, se les puede llevar a cualquier hora del día.

El sacerdote y el diácono, revestidos de color rojo como para la misa, se dirigen al altar y hecha la debida reverencia, se arrodillan y todos oran en silencio durante algún espacio de tiempo. Después el sacerdote, con los ministros, se dirige con las manos juntas hacia el pueblo diciendo alguna oración como la siguiente: (No se dice "Oremos" ) "Padre nuestro misericordioso, santifica y protege siempre a esta familia tuya, por cuya salvación derramó su Sangre y resucitó glorioso Jesucristo, tu Hijo. El cual vive y reina por los siglos de los siglos". R Amén.

Seguidamente viene la Primera Parte. Liturgia de la Palabra; todos se sientan y se hace la primera lectura, tomada del profeta Isaías (52, 13-53,12) con su salmo. A continuación se hace la segunda lectura, tomada de la carta a los Hebreos (4,14-16;5,7-9), con el canto antes del Evangelio. Finalmente se lee la Pasión del Señor según San Juan, del mismo modo que el domingo precedente (18,1-19,42).

Luego tenemos la Oración Universal, la Liturgia de la Palabra se termina con la Oración Universal, que se hace de esta manera: el diácono, junto al ambón, dice el invitatorio en el cual se expresa la intención. Enseguida oran todos en silencio durante un breve espacio de tiempo, luego el sacerdote, de pie ante el altar, dice la oración con las manos extendidas. Los fieles se arrodillan y se levantan durante todo el tiempo de las oraciones a menos que tengan alguna lesión.

Las Conferencias Episcopales pueden aprobar algunas aclamaciones del pueblo antes de cada oración del sacerdote o disponer que se conserve la invitación tradicional del diácono: Arrodillémonos, levantémonos y la costumbre de que los fieles se arrodillen en silencio durante la oración. Cuando hay una grave necesidad pública, el Ordinario del lugar puede permitir o prescribir que se añada alguna intención especial.

De las oraciones que se presentan en el Misal, el sacerdote puede escoger las que sean más apropiadas para las circunstancias del lugar, cuidando de que se conserve la serie de intenciones establecidas para la Oración Universal. Se ora por la Santa Iglesia, por el Papa, por el Pueblo de Dios y sus Ministros, por los Catecúmenos, por la Unidad de los Cristianos, por los Judíos, por los que no creen en Cristo, por los que no creen en Dios, por los Gobernantes, por los que se encuentran en alguna tribulación.

Segunda Parte. Adoración de la Santa Cruz. Terminada la Oración Universal, se hace la adoración solemne de la Santa Cruz. Hay dos formas para el descubrimiento de la Cruz, en este espacio les explicaré la que se realizó en la parroquia.

El sacerdote, el diácono y otro ministro idóneo, se dirigen a la puerta del templo juntamente con los acólitos quienes llevan velas encendidas. Ahí recibe la cruz cubierta con un velo, el sacerdote descubre un poco su extremo superior, la eleva y comienza a cantar el invitatorio "Mirad el árbol de la Cruz, donde murió el Redentor del Mundo", cuyo canto prosigue juntamente con los ministros sagrados. Todos responden: "Venid y adoremos". Esto mismo se repite a la mitad de la iglesia descubriendo el extremo derecho, elevándola de nuevo comienza a cantar en el mismo tono que antes el invitatorio "Mirad el árbol de la Cruz, donde murió el Redentor del Mundo", y se prosigue como la primera vez hasta llegar al altar, donde se descubre por completo la cruz y volviéndola a elevar, comienza por tercera vez el invitatorio "Mirad el árbol de la Cruz, donde murió el Redentor del Mundo", como la primera vez. Enseguida la entrega a los acólitos para que la sostengan y se colocan las dos velas encendidas a los lados de la cruz. Luego se hace la adoración de la Santa Cruz donde los fieles pasan procesionalmente para la adoración de la misma, haciendo delante de ella una genuflexión simple o el signo de veneración acostumbrado que es el de besarla. Miestras tanto se hace un cántico apropiado.

Terminada la adoración, la cruz más pequeña fue llevada al altar y colocada en su sitio, los ciriales fueron colocados a los lados de la cruz más grande, de la cual descenderían el cuerpo de nuestros Señor Jesucristo el cual sería colocado en el Santo Sepulcro para la posterior procesión. Esto se llevó a cabo después de la distribución de la Santa Comunión. En nuestra parroquia se utilizaron dos cruces debido a la cantidad de feligreses y por el ritual del descenso del cuerpo de Cristo.

Tercera Parte. Sagrada Comunión. En este momento se extiende un mantel sobre el altar y se coloca sobre él un corporal y el libro. Enseguida el sacerdote, trae el Santísimo Sacramento del Monumento directamente al altar, mientras todos permanecen de pie y en silencio. Dos acólitos, con candelabros encendidos, acompañan al Santísimo Sacramento y colocan los candelabros a los lados del altar. El sacerdote descubre el copón, hace la reverencia y se canta Padrenuestro; luego comulga reverentemente el Cuerpo de Cristo. Después distribuye la comunión a los fieles en compañía de un ministro. Durante la comunión se entonaron cánticos apropiados.

Acabada la comunión, el ministro lleva el pixis a algún lugar especialmente preparado fuera de la iglesia. Después el sacerdote, guardado un breve silencio hace la oración para después de la comunión. Como despedida, el sacerdote, de pie y de frente al pueblo extendiendo las manos sobre él, hace la oración sobre el pueblo y la bendición. Se invita a la procesión y a su debido tiempo se desnuda el altar.




Procesión con el Santo Sepulcro.
Tradicional encuentro con la Parroquia de Nstra. Sra. de Coromoto.
Encuentro del Sepulcro con las imágenes de la Dolorosa, San Juan y María Magdalena.


Viernes Santo. Sermón de las Siete Palabras.

Es una costumbre de muchas iglesias organizar, como práctica piadosa el Sermón de las Siete Palabras. Se lleva a cabo en Semana Santa, el Viernes Santo generalmente a partir de las 3:00 pm, precediendo al oficio litúrgico correspondiente a ese día. En muchas ocasiones el Sermón de las Siete Palabras lo convoca alguna Hermandad o Cofradía y tiene como finalidad meditar la Pasión de Jesús siguiendo sus Palabras en la Cruz.



PRIMERA PALABRA
"Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen"
(Lc 23,34).

SEGUNDA PALABRA
"De cierto te digo que hoy, estarás conmigo en el paraíso" (Lc 23 23,43).

TERCERA PALABRA
"Mujer, ahí tienes a tu hijo", y al discípulo: "ahí tienes a tu madre" (Jn 19,26).

CUARTA PALABRA
"Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" (Mt 27,46; Mc 15,34).

QUINTA PALABRA
"Tengo sed" (Jn 19,28).

SEXTA PALABRA
"Todo está cumplido" (Jn 19,30).

SÉPTIMA PALABRA
"Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu, mi alma y cuerpo"
(Lc 23,46).

Lectores de las Siete Palabras

Jueves Santo. Institución de la Eucaristía.

Misa de la Cena del Señor.
Inicio del Santo Triduo Pascual.

Llegó la hora de pasar del mundo al Padre

Estamos inmersos en el pleno desarrollo de los sucesos que marcan el acontecer histórico de la Primera Pascua cristiana. Como resume Lucas en los Hechos: "Lo entregaron, lo crucificaron, le dieron muerte, pero Dios lo resucitó" (He 2,23-24). Éste es el "paso" de Jesús, su Pascua.

Este "paso", fue humillante y victorioso, traumático y glorioso. Para Jesús fue un trago amargo que vivió con tristeza: "Siento tristeza de muerte" (Mc 14,34); y fue un manantial de alegría el día de Pascua: "Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor" resucitado (Jn 20,20). Esto es lo que se vive y revive en estos tres días como seguidores de Jesús. Lo acompañamos hasta el final, de celebración en celebración. Será un "Vía Crucis" y un "Vía Lucis" a la vez; es decir, Camino de Cruz y Camino de Luz.


Misa vespertina de la Cena del Señor

Según una antiquísima tradición de la Iglesia, en este día se prohíben todas las misas sin asistencia del pueblo. En la tarde, a la más oportuna, se celebra la misa de la Cena del Señor, con la participación de toda la comunidad local y con la intervención, según su propio oficio, de todos los sacerdotes y ministros.

Los sacerdotes que hayan celebrado ya en la misa del Santo Crisma o por alguna razón pastoral, pueden concelebrar en la misa vespertina. Donde lo pida el bien de la comunidad, el Ordinario del lugar puede permitir que se celebre otra misa en la tarde en templos u oratorios públicos o semipúblicos; en caso de verdadera necesidad, aún en mañana, pero solamente en favor de los fieles que de ninguna manera pueden asistir a la misa de la tarde. Debe tenerse mucho cuidado, de que estas celebraciones no se hagan en provecho de personas particulares y de que no sean en perjuicio de la asistencia a la misa vespertina principal. En nuestra ciudad, la Misa Crismal se llevó a cabo en la Catedral de Valencia a las 9:00am, posteriormente a los 5:00pm en nuestra parroquia fue la Misa de la Institución de la Eucaristía, seguidamente la procesión con el Santísimo al Monumento, para dar inicio a la Adoración y Vigilia de Oración ante el mismo.

La sagrada comunión se puede distribuir a los fieles sólo dentro de la misa; pero a los enfermos se les puede llevar a cualquier hora del día. Los fieles que hayan comulgado en la mañana, en la Misa del Santo Crisma, pueden comulgar de nuevo en la misa de la tarde.


Ritos iniciales y liturgia de la palabra

El sagrario debe estar completamente vacío. Por lo tanto deben consagrarse en esta misa suficientes hostias, de manera que alcancen para la comunión del clero y del pueblo que participa ese día y al día siguiente.

En la homilía se exponen los grandes hechos que se recuerdan en esta misa, es decir la Institución de la Sagrada Eucaristía y el Orden Sacerdotal, además del mandato del Señor sobre la caridad fraterna. Después de la homilía, se lleva a cabo el lavatorio de los pies.


Lavatorio de los pies

Los varones designados para el rito van acompañados por los ministros, a ocupar los asientos preparados para ellos en un lugar visible. El celebrante, se quita la casulla si es necesario, se acerca a cada una de las personas designadas, les lava los pies y se los seca con la ayuda de los ministros. Mientras el sacerdote lava los pies a las personas designadas, se entona un canto apropiado. Inmediatamente después del lavatorio de los pies se hace la Oración universal y no se dice el Credo.





Miércoles Santo. Jesús Nazareno.

Hoy el pueblo venezolano
adora a Cristo
en su condición de
Nazareno


La misión será dura y difícil.

En este día, se leyó el tercero de los cantos del "Siervo de Yahvé". Aquí se concretiza más la misión: El siervo toma la actitud de discípulo, para luego poder ejercer el servicio de la palabra, una palabra de aliento, a favor del abatido; la palabra adecuada para enseñar al que anda extraviado caminando en tinieblas sin un rayo de luz.

La misión será dura y difícil; tendrá que afrontar la agresión física, ofrecer la espalda al que lo apalea y la mejilla a los que le tiran irrespetuosamente de la barba. Tendrá que soportar insultos y salivazos. En pocas palabras tiene que enfrentar y soportar los ultrajes y desprecios... Y los soporta todos en silencio. Ante la difícil misión nunca se acobarda. Sabe que tiene al Señor a su lado, por eso resiste con constancia. Contra los pleiteadores, cuenta con la ayuda del Señor.


Cerraron el acuerdo en treinta monedas de plata.

Los compañeros de Judas quedan desconcertados, cuando Jesús durante la cena suscita la cuestión de la traición y dice a Judas: "Tú lo has dicho". Las primeras comunidades buscan una explicación. Mateo coloca la trama de la traición a continuación de la unción de Jesús en casa de Simón el leproso. Tenemos frente a frente la mujer que derrama generosamente el perfume sobre la cabeza de Jesús sin reparar en el costo y a Judas negociando su traición por unas cuantas monedas. Mateo señala que fueron los discípulos quienes reaccionaron ante el derroche de la mujer. Juan, pone en boca de Judas estas mismas palabras, y da una razón: "Era un ladrón"(Jn 12,6). Para las primeras comunidades, a Judas lo perdió la codicia.

Jesús encarna al inocente, que se convierte en objeto de negocio... Con los inocentes, con los pobres, se sigue negociando. Unos, los explotan para enriquecerse a su costa; otros los utilizan social y políticamente para subir o mantenerse en el poder.

En la traición, Judas utilizará el beso; el signo con que se expresan el amor los amigos y los enamorados; por lo tanto, esta profanación del beso es todo un sacrilegio. Lo hizo por dinero.



La procesión de este día se llevó a cabo con las imágenes del Nazareno, la Virgen Dolorosa, San Juan y la Verónica uniéndose a estas la nueva adquisición de la parroquia, la imagen de María Magdalena, la cual fue donada. Cabe destacar que se realizó el tradicional encuentro de imágenes con la Parroquia de Nuestra Señora de Coromoto, en el cual se hace alusión al encuentro de Cristo con su Madre camino al calvario, san Juan, la Verónica y María Magdalena.

Los cargadores mecen las imágenes durante el tiempo de espera, luego se acercan lentamente y continúan meciendo hasta llegar al frente del Nazareno, en este momento se inclina la imagen hacia adelante tres veces en señal de saludo. La imagen más difícil de levantar es la Dolorosa; se logra con la fuerza de aproximadamente 15 hombres, igualmente se levanta, se mece de izquierda a derecha, se acerca al Nazareno, para luego inclinarla tres veces hacia adelante lográndose una hermosa ceremonia a la vista de todos.


En honor al Nazareno de San Pablo. Caracas. Venezuela

El limonero del Señor
Andrés Eloy Blanco
Leyenda caraqueña

En la esquina de Miracielos
agoniza la tradición.

¿Qué mano avara cortaría
el limonero del Señor?
Miracielos: casuchas nuevas,
con descrédito del color:
antaño hubiera allí una tapia
y una arboleda y un portón.

Calle de piedras; el reflejo
encalambrado de un farol;
hacia la sombra, el aguafuerte
abocetada en un balcón,
a cuya vera se bajara,
para hacer guiños al amor,
el embozo de Guzmán Blanco
en algún lance de ocasión.

En el corral está sembrado,
junto al muro, junto al portón,
y por encima de la tapia
hacia la calle descolgó
un gajo verde y amarillo
el limonero del Señor...

Cuentan que en Pascua lo sembrara,
el año quince, un español,
y cada dueño de la siembra
de sus racimos exprimió
la limonada con azúcar
para el día de San Simón.

Por la esquina de Miracielos,
en su Miércoles de Dolor,
el Nazareno de San Pablo
pasaba siempre en procesión.

Y llegó el año de la peste;
moría el pueblo bajo el sol;
con su cortejo de enlutados
pasaba al trote algún Doctor
y en un hartazgo dilataba
su puerta «Los Hijos de Dios».

La terapéutica era inútil;
andaba el Viático al vapor
y por exceso de trabajo
se abreviaba la absolución,
y pasó el Domingo de Ramos
y fue el Miércoles del Dolor
cuando, apestada y sollozante,
la muchedumbre en oración,
desde el claustro de San Felipe
hasta San Pablo, se agolpó.

Un aguacero de plegarias
asordó la Puerta Mayor
y el Nazareno de San Pablo
salió otra vez en procesión.

En el azul del empedrado
regaba flores el fervor;
banderolas en las paredes,
candilejas en el balcón,
el canelón y el miriñaque
el garrasí y el quitasol;
un predominio de morado,
de incienso y de genuflexión.
-¡Oh, Señor Dios de los Ejércitos
la peste, aléjanos, señor!

En la esquina de Miracielos
hubo una breve oscilación;
los portadores de las andas
se detuvieron; Monseñor
el Arzobispo, alzó los ojos
hacia la Cruz; la cruz de Dios,
al pasar bajo el limonero,
entre sus gajos se enredó.
Sobre la frente del Mesías
hubo un rebote de verdor
y entre sus rizos tembló el oro
amarillo de la sazón.

De lo profundo del cortejo
partió la flecha de una voz:
-¡Milagro! Es bálsamo, cristianos,
el limonero del Señor!

Y veinte manos arrancaban
la cosecha de curación
que en la esquina de Miracielos
de los cielos enviaba Dios.
Y se curaron los pestosos
bebiendo el ácido licor
con agua clara de Catuche,
entre oración y oración.

Miracielos: casuchas nuevas;
la tapia desapareció.
¿Qué mano avara cortaría
el limonero del Señor?
¿Golpe de sordo mercachifle
o competencia del Doctor
o despecho de boticario
u ornato de la población?

El Nazareno de San Pablo
tuvo una casa y la perdió
y tuvo un patio y una tapia
y un limonero y un portón,
¡malhaya el golpe que cortara
el limonero del Señor!
¡Malhaya el sino de esa mano
que desgajó la tradición!

Quizá en su tumba un limonero
floreció un día de Pasión
y una nevada de azahares
sobre su cruz desmigajó,
como lo hiciera aquella tarde
sobre la Cruz en procesión,
en la esquina de Miracielos,
el limonero del Señor.


Martes Santo. Jesús en su humildad y paciencia.

La imagen de Jesús, es la del Hijo del hombre sentado, pensativo quizás meditando...
Humilde y Paciente espera la llegada de su muerte por amor a la humanidad,
por amor a cada uno de nosotros, por nuestros pecados y los del mundo entero...
Por esta razón su preciosa Sangre fue derramada.


Tú eres mi siervo; estoy orgulloso de ti.

En este día, se leyó el segundo de los cantos del "Siervo de Yahvé". En este segundo canto vuelve a aparecer este personaje sorprendente y misterioso. Se insiste de modo especial sobre su misión. La lleva tan enraizada en su ser, que ya desde las entrañas de su madre el siervo se siente llamado por Dios, es imposible resistirse a su llamado.

Para ejercer su misión, Dios puso en su boca la palabra cortante como espada; él mismo se convirtió en una flecha puntiaguda y penetrante; en todo momento siente la mano del Señor que lo protege sin abandonarlo.

Los destinatarios de la misión son en primer lugar, los "supervivientes de Israel". Pero el Señor ensancha los horizontes: lo "hace LUZ de las naciones". Dios quiere que toda la creación y todos los seres humanos se beneficien de su salvación.


A donde voy no me puedes seguir. Me negarás tres veces.

Ha llegado la "hora de que sea glorificado el Hijo del hombre". Ante esta hora, Jesús se siente conmocionado. Le va a tocar vivirla en una profunda soledad... Empieza el desfile de deserciones. La primera y quizás la más dura es la de Judas. La palabra del evangelista Juan es contundente y dura: "Entró en él Satanás". A Judas se le hizo de noche. Es la hora del poder d las tinieblas, contrarias a la luz, que es Jesús.

Le sigue Pedro; impetuoso como siempre. Se siente muy seguro de sí mismo: "Daré mi vida por ti"; sin embargo, Jesús lo hace bajar a la realidad: "Antes de que el gallo cante... Me negarás tres veces". Después de resucitar Jesús, Pedro rectificará, y por tres veces le confesará su amor (Jn 21,15-17) y lo seguirá, humilde y con menos arrogancia.

En este momento decisivo, Jesús insiste en el mandamiento fundamental: "Ámense". La medida "como yo los estoy amando", hasta dar la vida. Éste es el signo por el cual los han de reconocer.

Reflexión:
Si has traicionado a Jesús, si lo has negado y lo has dejado sólo...
¿Qué estás dispuest@ hacer para rectificar?

Lunes Santo. Jesús atado a la columna.

En la celebración de este día, se pide en todas las iglesias del mundo por los presos, los cautivos, los esclavos de los vicios, los que no tienen libertad... Se contempla a un Jesús cautivo, atado a una columna para ser azotado.


Te he hecho luz de las naciones

Leemos el primero de los cuatro cantos que nos ofrece el segundo Isaías, que tienen como protagonista un personaje que lleva el nombre de "Siervo de Yahvé". Son varias las propuestas para su identificación. Algunos piensan que se trata de un colectivo; otros, de una persona concreta.

En todo caso, el "Siervo" es alguien sobre el cual Yahvé Dios ha puesto su Espíritu, y a quien ha confiado una misión: implantar el derecho y la justicia, ser alianza de un pueblo, brillar como luz de las naciones. Sobre todo, ocuparse de los más débiles: los ciegos, los que están privados de libertad, los que habitan en las tinieblas.

Actuará con fortaleza y decisión, pero sin estridencias y sin prepotencia. Con la mansedumbre de aquel que no apaga la mecha que está humeando. Los autores del Nuevo Testamento han identificado este personaje con Jesús.


Guarden el perfume para mi sepultura; que los pobres siempre los tendrán con ustedes.


No encontramos apenas a seis días de la Pascua. Este relato de Juan tiene ya sabor pascual. En el centro de la escena está Jesús, y María la hermana de Lázaro. La unción con el óleo es un preanuncio de la muerte y sepultura de Jesús. El mismo Jesús es quien hace esta lectura en este evangelio.

La generosidad de María que derrama todo el frasco de ungüento sobre los pies de Jesús, contrasta con la tacañería de Judas, que busca un pretexto para quedarse con el dinero. El evangelista señala: "Era un ladrón".

Frente por frente tenemos a María, encarnación del amor generoso; y a Judas, el avaro y el ladrón, en cuyo corazón no hay lugar para el amor. Judas habla de los pobres como pretexto. El discurso de Judas se repite a diario y frecuentemente en nuestro mundo. A los pobres se acude muchas veces, para explotarlos de forma injusta o para escalar el poder sobre sus sudores y lágrimas. Como dice Jesús: "A los pobres los tienen siempre con ustedes". Pero no siempre nos acordamos de ellos.

Reflexión
¿Cuántas veces hemos utilizado a los pobres en vez de solucionar sus dificultades?

¿Cuántas veces has sido cautivo (a) de los vicios, del desenfreno, de situaciones y relaciones que no te convienen?




La agonía en el huerto de los olivos


El domingo de ramos en la noche, se venera el siguiente paso antes del Nazareno, "La Agonía en el Huerto", para ello les dejaré un extracto del Evangelio de la Pasión de nuestro Señor Jesucristo según San Mateo:

"... Entonces Jesús fue con ellos a un lugar llamado Getsemaní y dijo a los discípulos: "Quédense aquí mientras yo voy a orar más allá. Se llevó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y comenzó a sentir tristeza y angustia. Entonces les dijo: "Mi alma está llena de una tristeza mortal. Quédense aquí y velen conmigo". Avanzó unos pasos más, se postró rostro en tierra y comenzó a orar diciendo: "Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz; pero que no se haga como yo quiero, sino como quieres tú".

Volvió entonces a donde estaban los discípulos y los encontró dormidos. Dijo a Pedro: "¿No han podido velar conmigo ni una hora? Velen y oren, para no caer en la tentación, porque el espíritu está pronto, pero la carne es débil" Y alejándose de nuevo, se puso a orar, diciendo: "Padre mío, si este cáliz no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad". Después volvió y encontró a sus discípulos otra vez dormidos, porque tenían los ojos cargados de sueño. Los dejó y se fue a orar de nuevo, por tercera vez, repitiendo las mismas palabras. Después de esto, volvió a donde estaban los discípulos y les dijo: "Duerman ya y descansen. He aquí que llega la hora y el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levántense! ¡Vamos! Ya está aquí el que me va a entregar"...


Para meditar contesta en tu interior:
¿Cuántas veces has puesto a Cristo nuevamente en agonía?
¿Cuántas veces por el qué dirán, has dejado sólo a Jesús?
¿Cuántas veces por dejarte llevar por la ambición de poder, odio, venganza lo has entregado?


Domingo de Ramos. Entrada triunfante de Jesús a Jerusalén

En este día, la Iglesia recuerda la entrada de Cristo nuestro Señor en Jerusalén para consumar su misterio pascual. Por lo tanto, en todas las misas se conmemora esta entrada del Señor por medio de una procesión o de una entrada solemne, antes de la misa principal, y por medio de una entrada sencilla, antes de las demás misas.

A la hora señalada, los fieles se reúnen en una iglesia menor o en algún otro lugar adecuado fuera del templo hacia el cual va a dirigirse la procesión; en nuestro caso nos reunimos en la Plaza Miguel Peña conocida como Plaza de la Candelaria. Los fieles llevan ramos en la mano de palmas que serán bendecidas en la plaza o lugar indicado. El sacerdote y los ministros, revestidos con los ornamentos rojos requeridos para la misa, se acercan al lugar donde el pueblo está congregado. El sacerdote, en lugar de casulla, puede usar la capa pluvial que dejará después de la procesión. En este momento se entonan cánticos adecuados al momento.

Al llegar, enseguida el sacerdote saluda al pueblo de la manera acostumbrada y hace una breve exhortación para invitar a los fieles a participar activa y conscientemente en la celebración de este día. Luego se procede a la bendición de los ramos los cuales serán rociados con agua bendita. Enseguida se dice el Evangelio de la Entrada del Señor en Jerusalén, según alguno de los cuatro evangelistas, como se indica en el Leccionario; lo lee el diácono o el sacerdote de la manera acostumbrada. Después del Evangelio, si se cree oportuno, puede tenerse una breve homilía.

Posteriormente se inicia la procesión hacia el templo, donde va a celebrarse la misa, se usa el incienso, el turiferario va adelante con el incensario, en el cual habrá puesto incienso previamente; enseguida un ministro con la cruz adornada y a su lado dos acólitos con velas encendidas. Sigue luego el sacerdote con los ministros y detrás de ellos la imagen de Jesús montado en el burrito acompañado de los fieles con ramos en las manos; avanza la procesión y el coro con el pueblo entonan cánticos apropiados.

Al entrar la procesión a la Iglesia, se canta el responsorio correspondiente a la Entrada del Señor en Jerusalén. El sacerdote al llegar al altar, hace la debida reverencia y lo inciensa. Luego se dirige a la sede, se quita la capa pluvial y se pone la casulla; dando fin a la procesión diciendo la oración colecta y prosigue la misa de la manera acostumbrada.

Cada año celebramos la Semana Santa y sería bueno que nos preguntáramos ¿por qué razón año tras año hacemos desde el punto de vista ritual las mismas cosas? La respuesta nos la da la Iglesia en distintos documentos conciliares guiados por el Espíritu Santo, todo lo que fue la revelación de Dios; especialmente ¿por qué? año tras año celebrar la Semana Santa, porque año tras año necesitamos del perdón de Dios y de su misericordia. Todos necesitamos a cada momento de esta misericordia infinita que nos mueve a ser cada vez mejores.

Imagínense ustedes si sólo vamos a misa en Semana Santa y el resto del año no, sería como si un esposo quiere que su esposa lo quiera y la ve una vez al año. ¿Cómo va aumentar en ese matrimonio el amor?, así es con nosotros, ¿Cómo va aumentar en nosotros el amor a Dios, si solamente lo vemos una vez al año?. Por eso las celebraciones a lo largo de todo el año ayudan al crecimiento del amor hacia Dios.

Cabe destacar que la celebración en este tiempo pesa de manera especial, ya que permite reconocer nuestras limitaciones, debilidades; es el momento del perdón, tanto en nosotros mismos como con los demás ya que es una experiencia de vida, de crecimiento, de acercamiento, si esto sucede entre nosotros con mayor razón tenemos necesidad de acercarnos a Dios aunque debemos tener claros que es Dios quien nos busca y nosotros debemos dejar encontrarnos. Recordando que muchos son los llamados y pocos los escogidos, actualmente podríamos decir: "Muchos son los llamados y pocos los decididos" a seguir al Señor y darle el puesto que se merece en el corazón.

NOTA: LA IMAGEN DE JESÚS EN EL BURRITO ES LA ÚNICA A NIVEL NACIONAL, LA TIENE NUESTRA PARROQUIA.


Viernes de Concilio

Acercándonos al comienzo de la Semana Santa; al misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, debemos comprender que la Salvación viene de acoger a Cristo Nuestro Señor en el corazón. Para todos nosotros creer en Cristo es un Don de Dios, el cual nos es otorgado en el Bautismo y desde nuestros actos de Fe se van desarrollando. El Creer en Dios se va configurando en Creer en Cristo y viene de conocerlo, de hacerlo nuestro en cada día de nuestras vidas.

Existen puntos de referencia muy importantes y claros para afianzar de alguna manera a Cristo en nuestro corazón, entre ellos tenemos:
  • La Santísima Virgen María, la primera cristiana quien llevó a Cristo en su vientre, es la segunda vía después de su Hijo Jesús para alcanzar la Salvación porque creyó en Dios, en su palabra. Lo tenemos presente cuando ella afirmó: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra".
  • La Palabra de Dios.
  • Virtud de la Fe en Dios.
  • Estar atentos y firmes en la oración.
Pidamosle a la Virgen la Gracia del Don de "Creer" que Dios nos da, que sea fructífero para comprender la verdad de la palabra y tener presente que el dolor no es piedra de tranca sino que se convierte en redención.

En el marco de la Celebración de la Liturgia de hoy, Viernes de Concilio, se llevó a cabo la juramentación e institución de la Cofradía. La Santa Misa presidida por el Pbro. Arturo Uzcátegui fue amenizada por la Coral invitada "Voces de Siempre" dirigida por el Maestro Carmelo Oñate interpretaron de manera espléndida Música Sacra propia de la Semana Santa. Entre el repertorio se pudo disfrutar de: Salve Rosiera, Misa Brevis de Mozart, Kyrie, Santucs, Benedictus, Dona Nobis Pacem, Popule Meus; finalizando con Salve Rosiera.

Al finalizar la Santa Misa, fue sacada la imagen de la Virgen Dolorosa en procesión por las calles de la parroquia.




Inauguración

¿Quienes somos?

Somos un grupo de fieles cristianos católicos que decidimos agruparnos y organizarnos para establecer en nuestra parroquia un movimiento que difunda la Devoción hacia la Pasión de Cristo. Fue fundada el domingo 09 de marzo del año en curso. Seremos juramentados en la Santa Misa del Viernes de Concilio 14 de marzo a las 6:00pm, la cual se llevará a cabo en honor a la Santísima Virgen de Nuestra Señora de los Dolores comúnmente conocida como La Dolorosa.


Nuestros objetivos son:
  • Dar a conocer el Evangelio
  • Visitar a los enfermos.
  • Llevar el mensaje de Salvación.
  • Devoción al Vía Crucis.
  • La ornamentación apropiada de la Iglesia para el Tiempo Litúrgico.

Besamano a la Virgen de Nuestra Señora de los Dolores.

Durante la celebración de la Santa Misa de la noche de hoy jueves 13 de marzo, Misa de Sanación, fue instituida esta hermosa forma de Devoción y Veneración a la Santísima Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora de los Dolores, la cual consiste en bajar la imagen del altar en donde está colocada habitualmente. Se viste, colocándole los atributos y demás accesorios concernientes a la Pasión del Señor.

Al finalizar la Santa Misa, los fieles pasan a besarle la mano con la finalidad de rendirle devoción y respeto como recordatorio de que es la imagen que representa a la Madre del Señor. Cabe destacar que la imagen estrena para estas celebraciones nuevos ornamentos, vestido, accesorios, corona y pendones para el anda en la cual será llevada en procesión en la celebración del día de mañana y en las próximas que serán llevadas a cabo Dios mediante.




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